EUROPA
PRESS
12 julio
2016
Investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) han creado un
sistema para clasificar melanomas a partir de imágenes dermatoscópicas, tomadas
con un instrumento de microscopía de luz refleja, lo que puede servir de apoyo
para seleccionar el abordaje terapéutico más adecuado.
Este nuevo método de
clasificación ordinal, diseñado por el grupo de investigación Aprendizaje y
Redes Neuronales Artificiales (AYRNA), es más preciso que las clasificaciones
tradicionales ya que se ha basado en algoritmos que aprenden de los datos
basándose en técnicas estadísticas, matemáticas y de inteligencia
computacional.
"Los datos los podemos
clasificar de diferentes maneras, como, por ejemplo, de forma binaria. Sería la
forma en la que ordenamos a las personas de manera general: o son de hombres o
son mujeres", ha explicado César Hervás, director del equipo científico
que ha elaborado este trabajo, cuyos resultados publica la revista 'IEEE
Transactions on Medical Imaging'.
Esta vía permite
diferenciar datos de una manera básica, pero hay otras más complejas, de modo
que introduciendo más variables se pueden "clasificar los datos e,
incluso, ordenarlos de mayor a menor en una escala", ha explicado este
experto, catedrático del Departamento de Informática y Análisis Numérico en la
UCO.
En el trabajo han
colaborado con las universidades de Sevilla y Loyola Andalucía y la
dermatoscopia ofrece la ventaja de que es una técnica no invasiva, ya que
permite examinar mejor las lesiones por debajo de la superficie cutánea
amplificando 'in vivo' la imagen sospechosa.
Con los datos extraídos de
estas imágenes (información sobre variaciones de color, textura, borde), el
sistema tipifica la lesión de la piel del paciente como benigna o maligna y, en
el segundo caso, también identifica en qué etapa se encuentra el desarrollo del
tumor.
"De esta manera, el
médico puede identificar el avance de la enfermedad y establecer un tratamiento
más dirigido a partir de una prueba no invasiva", reconoce Hervás.
El diagnóstico actual del
melanoma se basa generalmente en una inspección visual del dermatólogo o
dermatóloga y si existen evidencias la presencia del melanoma se procede a
realizar una biopsia para determinar la profundidad del mismo, que determina la
etapa de evolución de la enfermedad y si está directamente relacionada con la
tasa de supervivencia, información con la que el especialista establece las
medidas a tomar.
También para trasplantes hepáticos
El grupo AYRNA también ha
empleado sistemas de clasificación ordinal para los trasplantes de hígado.
Según el dossier de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) de 2015, en
dicho año fueron 2.282 los pacientes que ingresaron en lista de espera de un
órgano para un trasplante hepático, para tener una calidad de vida razonable o
vivir más tiempo. Sin embargo, se calcula que sólo hay un millar de donantes de
este órgano al año en España.
A partir de datos de
supervivencia y mejora de las condiciones de vida de los pacientes
trasplantados (a quince días, tres meses, medio año y un año), el equipo
científico ha establecido junto a médicos del Hospital Universitario Reina
Sofía un modelo que facilita al hospital la toma de decisiones. El método organiza
a los futuros beneficiarios en categorías y prioriza unos candidatos respecto a
otros según unos criterios objetivos.
"No trata de
substituir el criterio médico, que es más amplio, sino que le dota de una serie
de información cuantitativa que puede ser tenida en cuenta a la hora de tomar
una decisión tan difícil", indica Hervás.